ACTIVIDADES PARA TRABAJAR LAS EMOCIONES DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
De todos es bien sabido
la importancia que tiene la educación emocional dentro de la vida de nuestros
hijos e hijas. Gracias a ella son capaces de gestionar sus emociones, saber cómo se
sienten en cada momento ya que saben diferenciar una emoción de otra, empatizar
con otra persona porque comprenden perfectamente cómo se siente, etc.
La
importancia de la educación emocional para tus hijos
Los niños y
niñas no nacen con la educación emocional adquirida,
sino que es deber de los adultos educarlos emocionalmente al igual
que los educamos en otros aspectos de la vida. La educación emocional no es ni
más fácil ni más difícil que cualquier otra educación, debe llevarse a cabo
desde la infancia y, en mi opinión, nunca debe terminar. Incluso en la etapa
adulta se sigue aprendiendo a gestionar algunas emociones.
En la etapa de Educación Infantil, es
decir, de los 0 a los 6 años, está muy extendida la importancia de educar en las
emociones, ya que favorece al desarrollo, crecimiento y
evolución de los niños y niñas. De pequeños, estos necesitan
ayuda para todo, también para comprender por qué algunas veces están tristes y
otras contentos, por ejemplo.
La figura del adulto siempre está presente durante
este proceso para mostrar apoyo en todo momento al menor, desde el ámbito educativo
y familiar. Lo idóneo, como en cualquier proceso que implica a ambas partes, es
que ambas partes lo trabajen de manera similar, siguiendo las mismas pautas y
directrices para que el aprendizaje por parte del niño o niña sea completo y
satisfactorio.
Podemos realizar actividades que trabajen la identificación de las emociones básicas, la autoexpresión emocional y la empatía (corazón de la Inteligencia Emocional), trabajando con los niños a ponerse en el lugar de los otros, a diferenciar que los sentimientos ajenos pueden ser distintos a los suyos. También enseñando a poner nombre a las distintas emociones y a saber cuál es la mejor forma de manifestarlas.
Algunas actividades a trabajar:
- Crear un diccionario de emociones propio:
Consiste en coger varias fotografías con personas, niños o personajes
expresando una emoción y los niños deben identificar la emoción y clasificar
las imágenes.
- Leer cuentos de emociones
Nos ayudan a tener mayor vocabulario emocional, a reconocer e identificar
emociones, a comprender nuestras experiencias vitales (pasadas o futuras), a
empatizar con los demás, a poner consciencia y palabras a lo que nos sucede
(eso nos ayuda a sobrellevarlo mejor), nos muestran modelos y estrategias para
resolver conflictos, nos reconfortan, fomentan el diálogo
- Jugar con "el teatrillo de las
emociones":
Esta actividad consiste en crear un pequeño guiñol o teatro donde
representaremos historias inventadas por los propios niños y donde aparecerán
diferentes emociones.
Necesitamos: Algunos
personajes, dos dados.
- Guiar al ciego
En este juego el niño estará con los ojos vendados y cogidos de la
mano, nosotros le vamos guiando por un camino de «obstáculos» indicando por
donde debe caminar.
- La caída hacia atrás.
Colócate de pie detrás del niño y dile que se deje caer hacia atrás. Tómalo
suavemente por debajo de las axilas.
Por seguridad es importante que comprobemos que podemos con el peso y la altura
del niño.
Esta actividad podemos hacerla entre los padres ó entre hermanos, siempre
pendientes de cualquier posible accidente.
- Actividad "dibujamos
emociones“:
Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las
expresiones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir
cuándo se ha sentido así.
- Actividad con música, pintura y emociones:
La música nos despierta recuerdos y experiencias, pero además nos evoca
emociones.
En esta actividad uniremos la música, la expresión artística y la educación
emocional.
Pondremos a los niños piezas musicales diferentes y dejaremos que pinten
libremente las emociones que les provocan.
- Juego "dominó de los sentimientos“:
Este es un dominó especial donde en cada ficha tenemos: en la parte
derecha el nombre de una emoción y en la parte izquierda una situación que
puede provocar otra emoción.
- Bote de la comunicación:
Leemos el cuento infantil Palabras con corazón, luego cada uno de los niños
tendrá su propio bote ya sea de cristal o plástico. En él, los demás compañeros,
amigos o hermanos y familiares escribirán en unas tarjetas las cualidades,
emociones y sentimientos positivos que nos transmite
- Mi nombre mis virtudes:
Cada niño con ayuda de las letras de su nombre identificará una emoción que
asociará con ellas.
- Termómetro drilo:
Tras la lectura del cuento infantil El emocionómetro del Inspector Drilo crearemos
la rueda de emociones y el termómetro de los mismos. Para poder cuantificar
cuándo estamos contentos, tristes, enfadados….
- Dibujamos nuestra silueta:
Con un rollo de papel de los enormes, cada niño dibujará la silueta de su
cuerpo. Dentro de ella, escribe, dibuja, pega recortes de lo que para él
impliquen las emociones. Luego los demás pueden añadir emociones en cada
silueta teniendo en cuenta las virtudes de los demás niños.
- Juego de "mímica de emociones":
Se preparan varias tarjetas y se escribe en ellas diferentes emociones,
Luego el niño coge una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente.
El resto debe adivinarla. Quien la acierta es el siguiente en salir. Si
somos muchos, podemos hacer grupos.
- El diccionario de las emociones
Es un juego muy eficaz para que los niños aprendan a interiorizar sus
emociones. Se utilizan cartulinas donde los alumnos escriben, en letras
grandes, los nombres de una emoción: tristeza, alegría, rabia, etc. Después
tienen que hacer un dibujo inspirado en dichas emociones y en las respuesta,
emocional y/o física.
- Jugamos con espejos:
Con la ayuda de algún espejo tanto en casa como en la escuela, daremos un
ejemplo de emoción o sentimiento para que el niño lo recree mientras se mira en
él. Pueden servir de guía los compañeros, amigos, hermanos, los familiares o
maestros.
- Dado de las emociones:
Cada niño de manera individual realizará un dado con las emociones
representadas. Lo utilizaremos para jugar a diferentes dinámicas que nos
inventemos para expresar las emociones delante de los demás compañeros
simulando un mimo y tendrán que adivinarlas.
- Música y pintura, son excelentes actividades para
trabajar las emociones:
Pues vamos a escuchar diferentes piezas musicales de todos los géneros y
luego cada niño dibuja lo que le transmita la música. Utilizará los colores que
desea y los puede asociar a estados de ánimos. Se llevará a cabo una lectura.
- Diario de las emociones:
Esta actividad es ideal para niños que ya han alcanzado la escritura, cada
niño con ayuda de un cuaderno hará un diario de sus propias emociones, lo
utilizará para expresar lo que siente en momentos puntuales como el final del
día, después del fin de semana o cuándo lo deseen.
- Rincón de la calma:
Buscaremos un espacio cómodo y relajado dónde el niño puede estar tranquilo
cuando quiera. En este espacio incluiremos juegos, cuentos infantiles, lápices
de colores y material para poder colorear.
- Juego te conozco:
Cada niño se hace una serie de tarjetas en las que expresan sus gustos
personales, qué le gusta hacer, cuál es su comida preferida, su deporte
preferido, su color, qué es lo que menos te gusta, con qué compañero te gusta
jugar, y luego en parejas o pequeños grupos se lo transmiten al resto.
- El acusado:
Esta dinámica es ideal para que los profesores eduquen a sus alumnos en
control emocional. En el aula, el profesor debe leer en voz alta el comienzo de
esta historia: “Va Pepe muy contento por
el parque, cuando de repente ve a Rafa viniendo a su encuentro. Rafa tiene una
mirada muy rara. Pepe se pregunta qué le estará pasando. Se acercan y se
saludan, pero inmediatamente Rafa comienza a gritar. Dice que Pepe le ha hecho
quedar muy mal con los otros chicos del barrio, que es mal amigo, que tiene la
culpa de todo lo que le pasa. Entonces Pepe…”.
- El tarro de las buenas noticias:
Elige un tarro, decóralo con tu hij@ y colócalo en un lugar accesible para
todos. Junto al tarro pon pedacitos de papel donde podáis escribir o dibujar
aquello positivo que os ha pasado. Cada vez que tengáis algo positivo lo metéis
en el tarro. Si en algún momento tu hij@ se encuentra triste o enfadado, podéis
recurrir al tarro y recordarle la cantidad de cosas buenas que le han pasado.
- El álbum de fotos emocionales:
Hacer
4 fotos con diferentes expresiones de emociones (alegría, pena, sorpresa y
enfado). Pegar las fotos en cartulinas o folios pegarlas por la clase o en un
álbum.
- Inventamos historias:
Dibujar
distintas emociones en tarjetas de cartulina. El maestro saca una tarjeta con
una emoción y comienzan a inventar una historia con un personaje principal que
tiene esta emoción. Luego los alumnos sacan otras tarjetas y hace lo mismo.
- Diario de las emociones:
El juego es una dinámica educativa que trata de favorecer la reflexión
sobre los propios estados emocionales. A través de esta dinámica vamos a
procurar que los niños y niñas dibujen sus estados emocionales y que tomen
conciencia de cuando sienten cada emoción, de los posibles desencadenantes y
consecuencias. De esta manera tendrán un rico collage de las propias emociones.
- Juego “El observador”:
Deben observar las expresiones emocionales de otras personas (familiares y
amigos). Deben fijarse en los aspectos verbales (qué dice y cómo lo dice) y en
los aspectos no verbales: gestos faciales, muecas, tonos de voz, tics, etc.
Como ya se trabajó al principio, este juego les motiva mucho porque saben en
qué han de fijarse.
- ¿Qué estará pasando?
A través del roleplaying podemos plantear diversas situaciones,
reales o imaginarias (preferiblemente reales), y han de dramatizar la situación
con todo tipo de detalles. El resto de compañeros deben tratar de adivinar los
estados afectivos en cada uno de los acontecimientos relatados. “Me
imagino que sentiste…..cuando”. Confirmar si ha acertado en los sentimientos.
- El juego del nombre:
Se
les reparte a los niños dos hojas de papel y se les pide que apunten su nombre
y apellido. Después, en una de las hojas, se les pide que con cada letra de su
nombre apunten las cualidades que consideran que tienen (si el nombre es muy
largo, puede pedirse que lo hagan solo con el nombre o el apellido). Por
ejemplo: Si la persona se llama Bea Salta, las cualidades o virtudes pueden
ser: Buena, enérgica, amable, segura, agradable, lista, trabajadora y asertiva.
La
inteligencia emocional no es innata de los niños. Se consigue a través de las
vivencias y de las relaciones, de ahí que sea tan importante el papel de los
padres y, también, de los maestros en su desarrollo emocional. Enseñar a los niños a reconocer y
gestionar emociones, les permite incrementa la percepción de control sobre
aquellos que les ocurre, lo que es fundamental para un adecuado desarrollo de
su autoestima y autoconcepto. El compartir las emociones con los demás es fundamental
para el desarrollo social de nuestros hijos. Las personas con una adecuada
tolerancia a la frustración mantienen unas relaciones sociales más
satisfactorias.
Los juegos son una herramienta de trabajo muy importante para los maestros. Te ayudan a que los niños aprendan y, además, permiten que identifiquen sus sentimientos. Realizar estas actividades propuestas, ayuda al desarrollo pleno del niño así como conocer e identificar sus emociones en su vida cotidiana.