Muchas veces utilizamos
el concepto de inclusión como una
mera “suma” o “adición” de alguien o algo, cuando en realidad es una idea que
abarca aspectos sociales bastante más profundos.
El
principal pilar de la inclusión es el reconocimiento de que todas las personas
tienen habilidades y potencialidades propias, distintas a las de los demás, por
lo que las distintas necesidades exigen respuestas diversas o diferentes.
La Inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de
las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no
es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a
través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el
trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las
comunidades (Unesco, 2005).
Entonces, ¿Qué nos permite la
inclusión?
- Disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias.
- Beneficiar a todas las personas sin perjuicio de sus características, es decir, sin etiquetar ni excluir.
- Proporcionar un acceso equitativo, revisando procesos constantemente y valorando el aporte de cada persona a la sociedad.
Exclusión significa que determinados
individuos o grupos de personas tienen condiciones desiguales o desventajosas en el acceso a determinados
bienes, servicios o recursos con relación a otros individuos o grupos sociales, que
se encuentran en posiciones privilegiadas.
La exclusión social es la falta de participación de segmentos de la
población en la vida cultural, económica y social de sus respectivas sociedades
debido a la carencia de los derechos, recursos y capacidades básicas (acceso a
la legalidad, al mercado laboral, a la educación, a las tecnologías de la
información, a los sistemas de salud y protección social) factores que hacen
posible una participación social plena.
La exclusión que puede sufrir un grupo social responde a varias causas. Una de ellas, quizá la más
importante es la pobreza desde el punto de vista económico. El cuadro se agrava
si se considera que esta suele ser transmitida de padres a hijos y convertirse
en crónica. Como paliativo para esta situación es fundamental el rol del
estado, ya sea mediante planes sociales que logren mitigar esta circunstancia.
Exclusión educativa
La
exclusión educativa es aquella relacionada con el acceso a la educación de
todos los ciudadanos de un país. Se pone de manifiesto cuando las
circunstancias o condiciones de determinados individuos o grupos sociales
influyen en sus posibilidades obtener una formación integral y los recursos y
conocimientos para desarrollarse plenamente. De allí que la exclusión educativa
derive en exclusión social.
1. La invisibilidad: se contrarresta a partir de la concientización
de la presencia de grupos de personas excluidos en la sociedad, a través de
estadísticas gubernamentales; leyes constitucionales sobre diversidad
multicultural, currículos multiculturales y educación bilingüe.
2. Pobreza estructural y desventaja: se reduce a partir de acciones
como los subsidios para la salud y la educación; programas para el desarrollo
local y regional, creación y fomento de organismos gubernamentales
especializados.
3. Estigma: se suprime a través de la promoción de la tolerancia,
la solidaridad y el empoderamiento de los diferentes grupos sociales.
4. Discriminación: se reduce a partir de la nivelación del campo de
acción de las personas (becas, cupos para la contratación de personal y partidos
políticos), legislación y políticas antidiscriminatorias y empoderamiento.
5. Desventajas acumulativas: son reducidas a partir del fomento de
oportunidades para las personas doblemente excluidas, redirigiendo bienes y
servicios, empoderando y construyendo una base de apoyo.
La educación inclusiva supone un modelo de educación que pretende atender a las necesidades de todos los niños y niñas, jóvenes y adultos considerando especialmente aquellos casos en los que puede existir un riesgo de exclusión social.
No se trata solo de prestar atención a personas con discapacidad sino a todo el alumnado sin distinguir por la raza, la condición social, la cultura o la religión, entre otros aspectos
La educación inclusiva significa que
todos los niño/as y jóvenes, con y sin discapacidad o dificultades, aprenden
juntos en las diversas instituciones educativas regulares (preescolar,
colegio/escuela, post secundaria y universidades) con un área de soportes
apropiada.
Más que el tipo de institución educativa a la que asisten los
niño/as, tiene que ver con la calidad de la experiencia; con la forma de apoyar
su aprendizaje, sus logros y su participación total en la vida de la
institución..
La educación es un derecho, no un privilegio.
La educación inclusiva es una aproximación estratégica diseñada para facilitar el aprendizaje exitoso para todos los niño/as y jóvenes. Hace referencia a metas comunes para disminuir y superar todo tipo de exclusión desde una perspectiva del derecho humano a una educación; tiene que ver con acceso, participación y aprendizaje exitoso en una educación de calidad para todos.
La educación inclusiva es el
camino para lograr una educación para todos, ya que significa…
-Ofrecer una educación de calidad, sin discriminación
de ninguna naturaleza.
-Transitar hacia un enfoque que considere la
diversidad de identidades, necesidades y capacidades de las personas,
favoreciendo el pleno acceso, la conclusión de estudios y los logros de
aprendizajes de todos, con especial atención a quienes se encuentren en
situación o riesgo de exclusión.
-Eliminar o minimizar las barreras que limitan el
aprendizaje y la participación de todo el alumnado. Muchos estudiantes
experimentan dificultades porque no se tienen en cuenta sus diferencias en los
procesos de enseñanza y aprendizaje disminuyéndoles la accesibilidad al
currículo y su posibilidad de aprender (Cortés, 2010).
La inclusión educativa es un enfoque que busca garantizar el derecho a una
educación de calidad para todos.
La inclusión educativa se enmarca dentro de la
pedagogía.
La inclusión
educativa propone una educación universal que se adapte a todas las
necesidades, eliminando las barreras que limitan el aprendizaje o la
participación.
Se basa en
el principio de que cada niño/a tiene características, intereses, capacidades y
necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los
que están diseñados, y los programas educativos puestos en marcha, teniendo en
cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.
El objetivo es velar por la garantía
de cubrir todas las necesidades que requiera cada persona en
cualquier contexto pedagógico escolar y extraescolar en el que se encuentre el
alumnado. ¿Te estás preguntando cómo?
La propuesta para hacerlo alcanzable es definir unas metas comunes que sean garantía de conseguir unos mínimos
que garanticen la preparación de todas las personas para la vida real de manera
eficaz.
Hablar de estos temas es de suma importancia en la actualidad la educación debe ser inclusiva en donde cualquier niño tenga derecho a una buena educación sin importar el color, estatura, economía, religión, etc. Para mejorar la calidad en la educación el maestro debe de promover la igualdad y el respeto entre todos los alumnos, con la finalidad de que todos se traten de la misma manera, así como saber aplicar los pilares de la educación que consisten en aprender a ser (permite el desarrollo emocional), aprender a conocer, aprender a vivir juntos y aprender hacer, estos pilares realizan la tarea de mejorar en la eficacia y eficiencia de la educación y hacen alusión a la relevancia, pertinencia y equidad.
Bien ahí, Rosi.
ResponderBorrarHablando más al fondo sobre la inclusión, exclusión, inclusión educativa y educación inclusiva.
Muy buena informacion bastante compleja con las imágenes que aluden a los temas importantes
ResponderBorrarMuy claro la información, en lo cual me servio para tener un más conocimiento de los términos trabajados.
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